miércoles, 27 de enero de 2010

ÚLTIMAS HORAS EN EL HOSPITAL

El tiempo pasa muy rápido y a mí la estancia en el hospital se me pasó volando. Papá y Mamá lo vivieron más intensamente. Apenas durmieron porque aquella cama y aquel sillón reclinable no era tan cómodos como mi cuna transparente. Eso sí, se quedaron traspuestos durante el tiempo que yo estuve en Neonatología con los bebés chiquititos para recuperarme de mi bajada de azúcar. Cuando la enfermera me regresó al cuarto 416 y me colocó en mi sitio, mis padres ni me saludaron. ¡Estaban estroncados! A mí me dieron un poquito de pena y no quise ni despertarles. La verdad es que todo esto era tan nuevo para mí como para ellos y andaban algo nerviosos y cansados. Y, claro, yo salí tan grandete que requería unos cuidados un poco especiales. Durante esas primeras horas no sabía comer de la teta y para llamar la atención lloraba de vez en cuando. Yo trataba de explicarme pero, por lo visto, mis padres todavía no entienden mi lenguaje. En vez de que ellos se esfuercen en aprender mi idioma, me han dicho que yo seré el que tenga que aprender el suyo. ¡Qué comodones son! Bueno, qué se le va a hacer. Tampoco les puedo llevar la contraria. Son más grandes que yo. Las noches las pasé entre llantos incesantes y dormideras varias. Pero, en general, fui un bebé tranquilete. Al día siguiente volvieron nuevas visitas. Llegaron algunas primas y titas. Entre ellas, Tita Natalia y Tita Marina me visitaron el primer día. Tita Natalia estaba muy nerviosa también porque pocas horas después iba a nacer en parto programado Lucía, mi futura novia, según Papá. Tita Marina me dedicó un montón de buenos piropos y me prometió que me iba a cuidar mucho. Me dijo 'moreno de ojos claros' y esas cosas. Yo me hice el interesante. Por allí, pasaron también Tita Marta y Tito Javi, que me regalaron un body con dibujos de un safari. Ellos también se acordaron de Mamá y trajeron una caja de bombones. Por allí pasó Tita Cary con una lista de consejos y muchas sonrisas. Yo me agarré a ella y no la quise ni soltar. No la conocía todavía pero me inspiró mucha confianza. No faltó por allí Tita Alejandra, y eso que es una periodista televisiva muy ocupada. La Tita Alejandra me dejó también su regalo y un sinfín de sonrisas. Pasó también la prima Encarni, enfermera del Hospital, y la Tita Loli, con mi primo Christian. Hubo momentos que aquello parecía la feria de Chiclana pero nadie parecía querer poner orden. Con unas cuantas lágrimas y unos convenientes gritos, conseguí echar a unos cuantos en los momentos de más afluencia. Meses después controlaron las visitas a las habitaciones pero por entonces prevalecía el lema de puertas abiertas. Llegaron muchas flores, algunas de gente muy importante de la Junta de Andalucía. Es que yo también soy muy importante. Je, je... Otros ni siquieran pudieron venirme a ver porque o estaban fuera, o no quisieron molestar en el Hospital o porque a mis padres se les pasó llamarles. Fue el caso de Tito Chiqui y Tita Carmen. Mamá culpa a Papá pero, en realidad, la culpa no la tiene nadie. Papá creyó que estaban avisados pero, por lo visto, fue un inoportuno descuido. Total, que por eso mi nombre completo es Martín Carmelo. Así se ha saldado el error imperdonable de aquel descuido. Sé que Tito Chiqui y Tita Carmen me quieren igualmente y no guardan rencor alguno.
La verdad es que todos aquellos días fueron muy felices. Y, cuando ya empezaba a adaptarme a ese ambiente, un sábado, dos días después de salir de la barriga, un médico vino a visitarnos. Le dio el alta a Mamá, me dio el alta a mí y nos dijo: Ya os podéis ir. Me quitaron el pijamita sanitario y me pusieron un body de tipo presidiario bajo con el lema. Ladrón de corazones. Sabía que algo nuevo y lleno de emoción me esperaba a partir de ese momento pero eso es ya otra historia...

3 comentarios:

  1. Pues cómo no te vamos a querer martín carmelo!!! si eres el mejón!!!!además con ese nombre... de artista, de artista!!!de comparsista, lo menos!!!!hasta queremos a tus papis....hombre, siempre y cuando nos vengan a hacer una visita...claro! tú insiste, insiste, q tenemos pisco y parque de juegos para ti!!!!

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  2. Yo no digo más que aquí la madre que te parió se ha enterado de que hay una nueva entrada en el blog porque es una cotilla, no porque nadie se lo haya dicho... Tu padre se va a enterar cuando entre por la puerta! Con la babusha en la mano lo espero!! Yo sé que lo escribes tú, pero no me engañes que quien te lo sube a la Red es tu padre, que aún no tienes edad legal para bichear en internet.

    Aprovecho este espacio para dar las gracias a todos y todas con sus visitas y regalitos... Graciaaass!! Nos gustaron mucho todos. Verdad, Martín?

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  3. Perdón... Verdad, Martín CARMELO????

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