domingo, 21 de febrero de 2010

BIENVENIDO A CASA

Hay personas que nace el 4 el julio y pasan a la posteridad. Yo nací un 2 de julio y también pretendo formar parte de la Historia pero, por si acaso, salí a la calle por primera vez en el selecto 4 de julio. Papá fue a buscar el coche mientras Mamá y la abuela Mari Carmen me vistieron con mi distinguido body Ladrón de sueños, un modelo exclusivo traído de una tienda de Sevilla. Era la ropa con la que me iba a presentar al mundo. Hay niños famosos que cuando salen del hospital está toda la prensa esperándole. Mi salida no fue tan mediática ni objeto de ninguna primicia. No me vendo a cualquier precio. Je je... Fuera hacía mucha calor. Era un día de cielos azules, sin nubes, pero Mamá y la abuela me cubrieron muy bien por aquello de la contaminación atmosférica. Papá metió el coche hasta la puerta del hospital, me introdujeron rápidamente en el capazo, me abrocharon y arrancamos. De mi primer viaje en coche apenas tengo recuerdos. Es que no vi nada, bueno, a mi abuela haciéndome carantoñas. Fue muy corto. Apenas 15 minutos. Papá aparcó en la plaza España y me subieron por la calle Antonio López adelante. En el número 18, mis padres habían alquilado una casa para que yo me criara en pleno casco antiguo de Cádiz. Era una casa muy bonita aunque con unos muebles de gusto un poco sospechoso. Mis padres me habían preparado una bienvenida muy especial con un cartel pegado en la pared que me acompañaría durante los primeros meses de mi vida. Yo entré medio dormido pero en seguida vi los libros y revistas que habían recopilado Papá y Mamá, las decenas de champuses y geles, los peluches y muñegotes, mi bañerita, mis toallas, mi ropa guardada en sus cajones, mi moisés listo para que me durmiera... No sé por qué pero sólo unos minutos después de llegar yo ya me sentía como en casa...

1 comentario:

  1. ¡Ay, que pequeñito eras!¡¡Y qué guapo!! ¡¡¡Orgullo de tía...!!!

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